martes, agosto 29, 2006

La Dama de Piedra (III)

Y para los que siguen esperando más de la historia de Zelenna, a.k.a. "la dama de piedra" (stonemaiden?) les envío la 3ra parte:

"Extrañamente, perdió consciencia de haber hecho eso. Afortunadamente el cansancio provocado por haber ejecutado el hechizo, le hizo caer en cuenta de que había realizado un hechizo. Lo había olvidado, al igual que el nombre de la calle por donde avanzaba el endemoniado súbdito de Caos.
Intentó uno o dos hechizos ofensivos más, tratando de destruirlo o retardarlo, y luego perdía consciencia del hechizo que había hecho. Su repertorio estaba cerca de llegar a su fin.
No sabía cuáles ni cuantos hechizos había conjurado. Insegura de la cantidad de conjuros que había hecho, se percató de que era infructuoso destruir con magia al negro atacante.
Logró distinguir su propio rostro replicado en el la “cosa”. Por momentos dudaba que ése fuera su rostro. No porque no se pareciera al de ella, sino porque empezaba a olvidar el suyo propio...
Sólo había dos posibles desenlaces: El primero y más probable era que “eso” acabara con ella, en cuyo caso acabaría también con el preciado artefacto que había hurtado. El segundo desenlace, tan remotamente posible que lindaba con lo imposible, consistía en que algo ajeno a ella, como un Dios, su propio maestro, o cualquier cosa, la ayudara. En el primer caso, no importaba lo que hiciera, pero el segundo caso daba lugar a muchas incertidumbres... como por ejemplo el que alguien descubriera que se había apropiado del Orbe.
Eso no debía suceder. El elfo oscuro (cuyo nombre ya no recordaba... Dalmor, Lalomar, Legomor...) se aprovecharía de su momentánea debilidad, y acabaría con su vida. No, tenía que ocultarlo hasta poder ganar la fuerza suficiente como para usarlo a su conveniencia."

No hay comentarios.:

Nube de Fragmentos (¿ah?)